La democratización de la información en la red necesita una evolución más. Los medios de comunicación tradicionales, los diarios, radios y televisiones forman parte de conglomerados empresariales, con intereses económicos y con productos a vender.
Los medios de comunicación tradicionales son empresas, que viven de la publicidad, ya sea abierta o la que se manifiesta en la elección y edición de la información para favorecer estados de opinión en favor de sus propios intereses.
Además contamos con que hay aún menos agencias de comunicación. Si controlas grupos mediáticos, controlarás aquella información en la que esos medios trabajan y si controlas las agencias, controlas aquella información para la que los medios no tienen tiempo ni recursos.
Tras toda noticia, tras todo orden de noticias y tras toda omisión está el intento de vendernos algo. ¿No me crees? De las lineas editoriales no hace falta que hablemos. Ahora coge tu diario, vete a la información cultural, mira de qué libros, músicos y artistas hablan, indaga quién los edita, produce y patrocina y busca a quién pertenece esa editorial, productora o empresa. Oh! pertenece a la empresa matriz de la editora del periódico.
La ventaja de internet es que da voz a muchas personas, tantas, que no todas tienen interés en vender algo. Se debería encontrar un sistema para validar la calidad de la información que se genera en la web. Mucha se basa en información que publican los diarios, quizá aquellos que saben de un determinado tema deberían criticar argumentadamente dónde nos la están intentando colar doblada.
Ben Goldacre lo hace así en su blog http://www.badscience.com con la utilización de información supuestamente científica en los medios de comunicación británicos. Debería cundir el ejemplo y difundir el análisis crítico de lo que se nos dice por ahí. Estos días tenemos el ejemplo de lo que algún medio escribe sobre Twitter, y los usuarios han reaccionado que la periodista en cuestíón no tenía ni idea del tema. Pues bien todos los expertos en un tema piensan lo mismo de lo que se publica de su tema en los medios. Compartamos esto.
Las empresas que consiguen generar noticias son las que venden. Apple no se ha gastado ni un euro en publicidad en España del IPad. ¿Alguno de vosotros no sabe lo que es ni lo que cuesta?
viernes, 9 de abril de 2010
martes, 6 de abril de 2010
No soy sutil.
Hago publicidad abierta de mi empresa en mis redes sociales. No soy nada sutil al respecto ni lo pretendo. La honestidad de mi publicidad radica en que mis lectores y seguidores puedan identificar abiertamente que ciertos mensajes son publicidad. No me escondo y no pretendo hacer spam.

Deben aceptar que estoy en las redes sociales por trabajo y que el fin de ese trabajo es mejorar la imagen de mi empresa y dar a conocer lo que tiene que ofrecer a posibles clientes. Mi empresa preferiría que mis seguidores en Twitter o en Facebook fueran clientes potenciales y no otros "community managers" u otros agitadores de la red, ya que no son nuestro mercado. Actualmente mis comunidades están formadas por personas que intercambian conocimientos, reflexiones y noticias relacionadas con las redes sociales, sus ventajas para el marketing y su esplendoroso futuro. Esto quiere decir que de momento estamos formándonos y adquiriendo experiencia en este campo, pero para que las ventajas comerciales que las redes sociales ofrecen se hagan realidad, el consumidor final también tiene que pertencer a esas redes. Es difícil captar clientes de consultoría de negocios y tecnológica a través de las redes sociales.
Son espacios en los que estamos y debemos estar presentes pero que todavía no nos generan mercado. Es importante que estemos porque hemos de cuidar de que la seriedad y rigurosidad de nuestro trabajo se refleje en los ámbitos en los que más opinión independiente se genera. No tenemos un grupo mediático en el que apoyarnos, no disponemos de recursos para hacer publicidad constante en los medios de comunicaión habituales. Disponemos de nuestra capacidad de trabajo, de nuestros conocimientos y de nuestra experiencia y utilizamos las redes sociales para comunicarlo de la mejor manera posible y a quien nos quiera escuchar.
Hace unos años se puso de moda el tema de la publicidad subliminal, bien, ese sistema se abandonó, no por que fuera éticamente reprobable, sino porque el de la publicidad directa y consciente es mucho más efectivo y más sencillo.
Las motivaciones éticas nunca han sido un freno para los buenos negocios y si la publicidad subliminal lo fuera estaría presente en nuestro día a día. De hecho, los medios de comunicación no son más que espacios publicitarios en venta y dependiendo de los intereses y de las ventas de publicidad habrá una noticia u otra y más información o menos.
Quizá esa sea la presencia subliminal actual: ¿Por qué aparece esta noticia en portada? ¿Por qué esta lleva foto y otras no? ¿Por qué esta que es noticia importante en este diario no parece más que en un breve en otro? ¿Por qué en la sección de televisión se comentan estos programas y no otros?
La solución es hacerse esas preguntas constantemente y sobre todo manejar todo tipo de medios de comunicación y sacar un factor común. Si este post te ha generado preguntas las respuestas vendrán en el siguiente post.

Deben aceptar que estoy en las redes sociales por trabajo y que el fin de ese trabajo es mejorar la imagen de mi empresa y dar a conocer lo que tiene que ofrecer a posibles clientes. Mi empresa preferiría que mis seguidores en Twitter o en Facebook fueran clientes potenciales y no otros "community managers" u otros agitadores de la red, ya que no son nuestro mercado. Actualmente mis comunidades están formadas por personas que intercambian conocimientos, reflexiones y noticias relacionadas con las redes sociales, sus ventajas para el marketing y su esplendoroso futuro. Esto quiere decir que de momento estamos formándonos y adquiriendo experiencia en este campo, pero para que las ventajas comerciales que las redes sociales ofrecen se hagan realidad, el consumidor final también tiene que pertencer a esas redes. Es difícil captar clientes de consultoría de negocios y tecnológica a través de las redes sociales.
Son espacios en los que estamos y debemos estar presentes pero que todavía no nos generan mercado. Es importante que estemos porque hemos de cuidar de que la seriedad y rigurosidad de nuestro trabajo se refleje en los ámbitos en los que más opinión independiente se genera. No tenemos un grupo mediático en el que apoyarnos, no disponemos de recursos para hacer publicidad constante en los medios de comunicaión habituales. Disponemos de nuestra capacidad de trabajo, de nuestros conocimientos y de nuestra experiencia y utilizamos las redes sociales para comunicarlo de la mejor manera posible y a quien nos quiera escuchar.
Hace unos años se puso de moda el tema de la publicidad subliminal, bien, ese sistema se abandonó, no por que fuera éticamente reprobable, sino porque el de la publicidad directa y consciente es mucho más efectivo y más sencillo.
Las motivaciones éticas nunca han sido un freno para los buenos negocios y si la publicidad subliminal lo fuera estaría presente en nuestro día a día. De hecho, los medios de comunicación no son más que espacios publicitarios en venta y dependiendo de los intereses y de las ventas de publicidad habrá una noticia u otra y más información o menos.
Quizá esa sea la presencia subliminal actual: ¿Por qué aparece esta noticia en portada? ¿Por qué esta lleva foto y otras no? ¿Por qué esta que es noticia importante en este diario no parece más que en un breve en otro? ¿Por qué en la sección de televisión se comentan estos programas y no otros?
La solución es hacerse esas preguntas constantemente y sobre todo manejar todo tipo de medios de comunicación y sacar un factor común. Si este post te ha generado preguntas las respuestas vendrán en el siguiente post.
lunes, 4 de enero de 2010
Gafas TV: Una oportunidad para el marketing
En cuestión de unos años, creo que muy pocos, veremos un nuevo elemento que se incorpora a nuestras vidas cotidianas, que podremos ver habitualmente en las calles y sobre todo en las salas de espera y en los medios de transporte. Se trata de las gafas con pantallas integradas. Estas gafas, que ya están en el mercado, pueden suponer una nueva etapa en la comunicación.

Desde la miniaturización de los mp3, el 90% de las personas que nos cruzamos corriendo, de los jóvenes que caminan solos o de los que están en una sala de espera, o de los pasajeros de un metro, llevan los cascos puestos, escuchan la radio o música.
En el caso de los que corren o caminan por la calle será difícil por razones obvias, pero no será raro subir a un vagón de metro y ver la mayoría de caras con unas gafas oscuras y gesto perdido. Lo cual puede ser divertido, si tratamos de adivinar quién está viendo una película de terror, una comedia o ímágenes de amor intenso.
Hoy en día debido a la novedad y como todo producto en pañales, el precio es elevado. Pero le auguro un futuro prometedor, no porque responda al anhelo de ver la tv de forma privada y en cualquier parte, sino por las posibilidades que abre al mundo empresarial de interactuar con los usuarios de formas que ahora no ertan posibles.
Imaginemos que un usuario de metro, o mejor, de tren, sube al vagón para un recorrido medianamente largo y conecta sus gafas para ver su serie favorita. Con la teconología actualmente existente podríamos interactuar con él de formas que ahora no podemos. La diferencia está en la comunicación visual y la auditiva. Si yo voy escuchando mi disco favorito, me repatearía que a través de mis auriculares me repitieran cada parada, me indicaran lo que falta para la mía, etc. Porque la atención auditiva sólo se puede prestar a una señal cada vez y de forma lineal, es decir, si alguien me habla a través de los auriculares no puedo escuchar la música ambas señales se superponen y es muy difícil "elegir con el oído".
Pero con la imagen es distinto, podemos discriminar y aceptamos muchas más señales visuales, no sería problema ver la imagen de mi serie, y en una esquina ver la cuenta atrás para mi parada, o que se muestre en otra esquina la siguiente parada.
La vista nos permite centrar la atención en la imagen o en los datos
Se abre un nuevo mundo para la publicidad en los transportes y en las salas de espera, sitios donde los ciudadanos pueden relajar su atención, no dependen de sus sentidos para su seguridad y tienen la movilidad reducida, en pocas palabras: terreno abonado al aburrimiento. Lo normal ahora es, escuchar la radio o música y leer, y seguramente lo seguirá siendo.
Pero también será cada vez más normal ver personas con estas gafas viendo una película, o la oferta audiovisual que me ofrezca la sala o el transporte, con su correspondiente publicidad, o navegando por internet o jugando.
Solo hay que pensar en que ahora los móviles pueden hacer de todo, pero en una pantalla reducida, pensemos en esas posibilidades con una pantalla de 32 pulgadas que es a lo que equivale la visualización en esas gafas.
Con una conexión abierta a través de Bluetooth, o WiFi o WiMax se puede interactuar con los reproductores para que muestren en pantalla información procedente del espacio en el que nos encontramos, y con un buen CRM y detección de presencia se puede personalizar esa infromación.
Esto no es una cuestión del futuro, la tecnología y las herramientas están todas en el mercado, ahora solo falta saber aplicarlas y canalizar esas posibilidades en la economía de mercado. La industria del marketing del contenido audiovisual tiene ante sí una nueva dimensión, nuevos espacios y nuevos espacios de tiempo (el de los trayectos o los de las salas de espera) en los que operar, y de forma personalizada.
Quizá el primero en llegar a comercializar ese marketing , no triunfe, pero los que vengan detrás se van a forrar.

Desde la miniaturización de los mp3, el 90% de las personas que nos cruzamos corriendo, de los jóvenes que caminan solos o de los que están en una sala de espera, o de los pasajeros de un metro, llevan los cascos puestos, escuchan la radio o música.
En el caso de los que corren o caminan por la calle será difícil por razones obvias, pero no será raro subir a un vagón de metro y ver la mayoría de caras con unas gafas oscuras y gesto perdido. Lo cual puede ser divertido, si tratamos de adivinar quién está viendo una película de terror, una comedia o ímágenes de amor intenso.
Hoy en día debido a la novedad y como todo producto en pañales, el precio es elevado. Pero le auguro un futuro prometedor, no porque responda al anhelo de ver la tv de forma privada y en cualquier parte, sino por las posibilidades que abre al mundo empresarial de interactuar con los usuarios de formas que ahora no ertan posibles.
Imaginemos que un usuario de metro, o mejor, de tren, sube al vagón para un recorrido medianamente largo y conecta sus gafas para ver su serie favorita. Con la teconología actualmente existente podríamos interactuar con él de formas que ahora no podemos. La diferencia está en la comunicación visual y la auditiva. Si yo voy escuchando mi disco favorito, me repatearía que a través de mis auriculares me repitieran cada parada, me indicaran lo que falta para la mía, etc. Porque la atención auditiva sólo se puede prestar a una señal cada vez y de forma lineal, es decir, si alguien me habla a través de los auriculares no puedo escuchar la música ambas señales se superponen y es muy difícil "elegir con el oído".
Pero con la imagen es distinto, podemos discriminar y aceptamos muchas más señales visuales, no sería problema ver la imagen de mi serie, y en una esquina ver la cuenta atrás para mi parada, o que se muestre en otra esquina la siguiente parada.

Se abre un nuevo mundo para la publicidad en los transportes y en las salas de espera, sitios donde los ciudadanos pueden relajar su atención, no dependen de sus sentidos para su seguridad y tienen la movilidad reducida, en pocas palabras: terreno abonado al aburrimiento. Lo normal ahora es, escuchar la radio o música y leer, y seguramente lo seguirá siendo.
Pero también será cada vez más normal ver personas con estas gafas viendo una película, o la oferta audiovisual que me ofrezca la sala o el transporte, con su correspondiente publicidad, o navegando por internet o jugando.
Solo hay que pensar en que ahora los móviles pueden hacer de todo, pero en una pantalla reducida, pensemos en esas posibilidades con una pantalla de 32 pulgadas que es a lo que equivale la visualización en esas gafas.
Con una conexión abierta a través de Bluetooth, o WiFi o WiMax se puede interactuar con los reproductores para que muestren en pantalla información procedente del espacio en el que nos encontramos, y con un buen CRM y detección de presencia se puede personalizar esa infromación.
Esto no es una cuestión del futuro, la tecnología y las herramientas están todas en el mercado, ahora solo falta saber aplicarlas y canalizar esas posibilidades en la economía de mercado. La industria del marketing del contenido audiovisual tiene ante sí una nueva dimensión, nuevos espacios y nuevos espacios de tiempo (el de los trayectos o los de las salas de espera) en los que operar, y de forma personalizada.
Quizá el primero en llegar a comercializar ese marketing , no triunfe, pero los que vengan detrás se van a forrar.
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